Estas fotografías pretenden adentrar al espectador en un viaje que incite una búsqueda lúcida y sincera de lo que realmente nos atrae en lo profundo, haciendo desarrollar una visión amplia de lo que nos circunda.

He buscado componer esta exhibición del mismo modo que se hace una canción, porque para crear grandes armonías necesitas entender cómo funciona el ritmo y cómo lo manejas. Desconozco si ahora mismo mi ritmo se puede definir como una gran armonía, pero me basta saber que me representa (al menos en este momento)

Las piezas expuestas están acompañadas por una composición musical que intenta armonizar los momentos captados en cada fotografía. Las descripciones que retratan cada una de estas imágenes son producto de una exploración intima que ansia ahondar mi mundo interior y el del espectador. Para que este, al viajar en este recorrido que transita la adolescencia en un paseo incesante hacia la madurez, pueda sentirse conectado a través de analogías que conectan imágenes, sonidos y palabras

La abstracción es la única cura para la superficialidad, sin ella, observarías todo pasivamente, dejando que pueda escaparse aquello que realmente te gusta.

Deja que tus juicios desenmascaren la estupidez, siente tu ritmo interior y crea tu propia música, el frenesí no te pertenece, no te distraigas.

O al menos, si quieres correr, te recomiendo que primero aprendas a caminar.

Valencia retrata en sus calles imágenes fundidas en emociones, solo queda comprar un buen par de zapatos cómodos, coger la cámara fotográfica, ser paciente, optimista y nunca olvidar sonreír.